La problemática de los vertidos de aguas residuales al mar en Tenerife y su potencial impacto en la salud
1. Consideraciones previas: genéricas y ambientales
1.1. El problema de los vertidos de aguas residuales sin depurar al mar en Tenerife es muchísimo más grave de lo que la mayoría piensa. Los políticos, que hasta el momento, apenas han ejecutado acciones para solucionar este viejo asunto (ausencia de depuradoras, emisarios rotos, saneamientos municipales deficientes, vertidos directos, etc.) están literalmente jugando con nuestra salud. No hablo por hablar, soy médico y conozco varios casos de pacientes, incluso jóvenes y deportistas, que han enfermado gravemente tras bañarse en algunas de nuestras playas contaminadas (que son la mayoría, por desgracia). Aunque sólo fuera por la lamentable imagen frente al turismo -la obsesión de nuestros políticos- urgen soluciones definitivas. Repito: el problema es extremadamente grave.
1.2. En el caso de El Médano, en particular, actualmente hay un claro riesgo objetivo para la salud del bañista. En los días con poco viento (calmas o alisio debilitado) o con viento sur/suroeste, es especialmente desaconsejable el baño en la zona. La configuración de las playas, formando una bahía relativamente cerrada, agrava el problema producido por la multitud de emisarios en la zona(la mayoría, no autorizados; ver mapa adjunto, censo de emisarios-GRAFCAN). También en La Tejita se reproduce la problemática: la disposición de la Montaña Roja, las corrientes habituales y el perfil del fondo submarino, hacen que sea una típica playa receptora de residuos (¡ojo, aunque no lo parezca, y a todos nos impresione la transparencia de sus aguas!).
1.3. En la costa suroeste y oeste de Tenerife, el asunto es igual o peor. Epicentro del turismo masivo de la isla, se multiplican los vertidos desde Punta Rasca hasta Los Gigantes. Especialmente sangrante es la conocida «mancha flotante» frente a Puerto Santiago/Los Gigantes, visible desde muy lejos, producto del gran número de emisarios no autorizados en la zona (de nuevo, ver mapa adjunto). En toda esta zona, a sotavento del alisio y con un mar habitualmente encalmado, poco «renovado» y con una temperatura del agua más elevada, el problema es grave durante todo el año.
1.4. También en Güímar, en las playas cercanas al Polígono Industrial, existen importantes problemas, con vertidos absolutamente irregulares. En su momento, hace unos años, se llegó a hablar de una contaminación por ¡mercurio!, nada menos…No creo que haga falta decir nada más. Un conocido médico de la zona, ya jubilado, siempre lo advertía y desaconsejaba totalmente el baño en las playas cercanas.
2. Potencial impacto en la salud de los vertidos residuales al mar
2.1. Fundamentalmente (aunque no únicamente) se derivan de las conocidas bacterias fecales, característicamente del tipo E. Coli. Pero también existen muchos tipos de virus potencialmente patógenos (la lista es interminable…).
2.2. La sintomatología es muy variada.
2.2.1. Empezando por la otorrinolaringológica, destacan las conjuntivitis (ojo rojo, picor, lagrimeo, escozor, incomodidad, pérdida de agudeza visual, etc.), otitis (dolor e inflamación de oídos, sensación de taponamiento, supuración, pérdida auditiva, etc.), sinusitis, faringitis, etc. La situación más problemática es cuando estos cuadros son de origen bacteriano, pues son potencialmente más graves. Por ejemplo, una conjuntivitis bacteriana puede ser muy preocupante y difícil de tratar y requerirá de diversos medicamentos oftálmicos (pomadas con antibiótico, colirios, etc.). Probablemente, será necesario derivar al paciente al oftalmólogo, porque como digo, no es una situación banal. Lo mismo ocurre con las otitis: en el caso de ser producidas por baños en el mar, pueden cronificarse y hacerse recidivantes (es decir, repetitivas: aparentemente se curan, pero vuelven a aparecer). En todos estos casos, probablemente será necesario derivar al paciente al especialista (otorrinolaringólogo).
2.2.3. También son muy típicas las patologías dermatológicas: erupciones en la piel, sarpullidos, enrojecimiento, prurito (picores), etc. En principio, no deben ser cuadros graves, pero sí muy molestos. Y si el afectado los sufre con frecuencia, es normal que se le quiten las ganas de ir a la playa…
2.2.3. Cuando se produce ingestión de agua del mar (es decir, cuando accidentalmente tragamos un poco de agua, algo obviamente muy frecuente: simplemente al nadar, al jugar los niños o al practicar cualquier deporte, es muy difícil que no lo hagamos…; se puede decir que cada vez que nos bañamos en el mar, la probabilidad de tragar agua es elevadísima), pueden derivarse patologías gastrointestinales: gastroenteritis, gastritis, colitis, con dolores abdominales, náuseas, pérdida del apetito, acidez, diarrea, vómitos, fiebre, malestar general, etc. Pueden resolverse en unos días, pero también ser más graves (como siempre, dependerá del germen patógeno, que como hemos visto, pueden ser muy variados). Los casos más difíciles pueden ocasionar diarreas de difícil control que requieren ingreso hospitalario y que pueden producir una severa deshidratación. También una gran pérdida de peso.
2.2.4. Cuadros menos frecuentes…¡pero más graves! El mediático caso del niño de El Cabezo es un dramático ejemplo de ello. Cuando la infección contraída (normalmente, al tragar agua) se generaliza, puede producirse un cuadro de septicemia (infección generalizada en el organismo, con fiebre muy elevada), que puede ser muy grave y potencialmente mortal. Requerirá ingreso hospitalario y vigilancia intensiva. Hay muchos factores que influyen en la aparición de estas patologías tan graves: tipo de patógeno (tipo de bacteria, de virus…), grado de contaminación de la playa, estado general previo del afectado, etc. Sin llegar a tales extremos, lamentablemente no son tan infrecuentes como la gente cree otras patologías de difícil control y muy duraderas. Conozco algún caso, precisamente de El Médano, de un deportista, joven y con buen estado general, que enfermó gravemente tras el baño en esas playas. Él siempre lo atribuyó a ello. Meses con problemas digestivos y una gran pérdida de peso…Y los médicos, tras infinidad de pruebas sin dar con la causa, llegaron a la misma conclusión: probablemente se trató de una infección adquirida en agua de mar contaminada.
3. Recomendaciones de actuación
Ante la sospecha de patología derivada por exposición a agua de mar contaminada por vertidos residuales, lo primero y más fundamental es tener siempre en mente, para comentárselo al médico, el ANTECEDENTE de baño en una playa (o cala o cualquier sector de costa, claro) de la isla potencialmente contaminada (por desgracia, la mayoría…).
En primer lugar, se acudirá al médico de atención primaria de nuestro Centro de Salud, anotando los síntomas (que como vemos, pueden ser muy variados) para no olvidarnos ninguno. Dependiendo de la gravedad del caso, puede ser necesaria la derivación a especialista. Suele ser muy frecuente la realización de una analítica general. En casos más complejos, serán necesarias analíticas microbiológicas más específicas.
Si hay que derivar a especialista, obviamente ya la batería de pruebas a realizar puede ser muy variable dependiendo de la zona afectada.
4. Conclusiones
Aparte de la problemática de la zona de El Médano (de sobra conocida), en la costa suroeste, producto lógicamente del feroz desarrollismo urbano ligado al turismo de masas, sobran las anécdotas al respecto de esta problemática. Por ejemplo, los pescadores que de madrugada pasan frente a la Playa de Las Vistas, siempre han notado un fuerte «mal olor» a muy poca distancia de la costa, en el mismo punto. La causa, según ellos, está muy clara.
En estas zonas, cada vez se escuchan más historias de infecciones y enfermedades más o menos serias ligadas muy probablemente al baño en aguas contaminadas de esa zona, lo que ha provocado que muchas personas hayan optado por no bañarse y hacer deportes acuáticos en ese sector de costa insular.
Si todos fuéramos conscientes del riesgo que corremos al bañarnos en muchas playas de Tenerife, no iríamos. No digamos ya el turismo.
¡Los políticos están jugando con nuestra salud, literalmente!